jueves, 10 de abril de 2008

PERDÓN AL PUEBLO.

PERDÓN AL PUEBLO.


Con solidaridad y amor a


Lydia Cacho y Ana Guevara.



Manuel García Estrada

Perdón al pueblo, perdón.
Por las lágrimas derramadas, por las humillaciones vividas, por cada uno de los sufrimientos que este maldito gobierno hace que pase cada ciudadano.
En medio de esta injusticia, de esta impotencia, de este dolor me cuestiono mil veces ¿qué país es éste?
¿La gente, los niños, cuántas veces pasan por la amargura sin que nadie los defienda?
Me siento mal diciendo que seamos valientes en tiempos en donde la corrupción y la canallez habitan y hacen del mundo un sitio desgraciado y mal sano en donde no hay equidad, no hay justicia… no hay esperanza.

Perdón pueblo, perdón.
Perdón a mis ancianos, a mis niños, a mis mujeres. No quiero que sientan que estamos solos pero lo estamos a menos que nos unamos en contra de este sistema neoliberal, bajo, sucio que ha envenenado los corazones de miles de funcionarios de todos los niveles.
Hay dolor, sufrimiento, hay intranquilidad, impureza en cada calle, en cada esquina, en cada templo, en cada oficina.
Si los filósofos mataron a dios en los libros los miembros del gobierno han matado a dios en nuestras ciudades, en nuestras aldeas, en nuestras oficinas, palacios. Lo mataron, porque mataron todo lo que de Él viene. Lo mataron porque mataron la justicia, la libertad, la bondad, mataron al amor a cambio del dinero.
Es nuestro gobierno la puta Salomé exigiendo la cabeza de Juan el bautista. Son los lacayos del sistema en cada oficina de Hacienda, en cada oficina de Relaciones Exteriores, en el sindicato de maestros, los hijos de Salomé.


Perdón pueblo, perdón.
Por levantar la voz de a poquito, por no llenar las calles de todo México para exigir justicia. Por no llenar todas las plazas de la nación exigiendo fin a este régimen de fenicios, de banqueros, de agiotistas.
Este gobierno ha matado a los poetas, ha matado al amor de millones de muchachos, ha matado los valores genuinos con publicidad absurda de festejo de la familia o el abuelo.
Para festejar a los desposeídos, a los valores, a las instituciones debe haber primero congruencia y estabilidad en el alma.
No hay festejo si es mentira, eso es hipocresía.

Perdón, pueblo, perdón.
Por pelear tantos años y no conseguirte nada. Porque por más que trabajo por serte útil el dios del dinero cobra nuestras vidas a través de la violación de nuestros sentimientos y derechos.
Por exigir tanto y no ver entre todos el amor verdadero.
Cada funcionario obediente ha traicionado al pueblo y es tan responsable como el presidente legal y la lideresa de los maestros de todos nuestros males.
Han usado el miedo para dominarte, pueblo. Han usado mentiras para manipularte pueblo. Han vaciado los estantes de las bibliotecas y han vaciado de muchas mentes los ideales.

Perdón pueblo, perdón.
Por permitir el abuso de los curas, el abuso de los jueces. Por permitir el odio cada día y a cada instante.

Perdón pueblo, perdón.
Por los que te han traicionado y han sobajado a las mujeres. Por los que han matado homosexuales por odio. Por los que han sido violados en los templos. Por los que ensucian sus lenguas en los medios de comunicación diciendo que todo está bien.

Perdón pueblo, perdón.
Por no haberte comprendido antes. Por no haberte amado desde el principio. Pero tuve que vivir lo que has vivido para saber que contigo marcharé hasta la muerte porque contigo estoy porque de ti vengo. Y tú, solo tu, gran pueblo de México eres mi autoridad, mi razón de ser… mi destino.

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