viernes, 18 de abril de 2008

TELEVICUENTOS


TELEVICUENTOS


Joaquín López Dóriga, Adela Micha y Carlos Loret de Mola, entre otros, tienen razón. Es indignante que unos cuantos, una verdadera minoría, someta y pase por encima de todos y de todo. Y eso que proclamamos un Estado de Derecho. Claro que están en lo cierto y se desgarran las vestiduras ante las cámaras televisivas demostrando su "indignación". Pero evitan comentar que una minoría, comandada por el extremeño Hernán Cortés, sometieron, en 1521, a miles de aztecas. Y para ello se valieron de armas, alianzas partidistas, astucia y diplomacia, más los espejitos (chingaquiras y pendejuelas) como los que hoy promete Felipe Calderón con los "bonos petroleros".

PAÍS DE MINORÍAS


Por: Edwin Corona y Cepeda.

Hoy, en 2008, otra indignante minoría, heredera de aquellos extranjeros de estirpe ibérica como el gallego Mouriño, Secretario de Gobernación y accionista de Repsol, harán lo mismo, a menos que alguien se los impida. Que los frene.
Y por eso los "televicuentos" han condenado al Frente Amplio Progresista, conformado por diputados y senadores del PRD, el PT y Convergencia, por ser esa minoría "que asaltó y disolvió" el Congreso. Y se olvidan y recatan de mencionar que otros que también son minoría, 14 familias para ser exactos, son los que gobiernan, los que deciden, los que han llevado a mal traer a nuestra economía nacional, y son los que realmente mandan sobre el resto de los 100 millones de mexicanos.
Tampoco mencionaron que ellos, trabajadores a sueldo de Televisa, otra minoría, manipulan las mentes de millones de mexicanos, sin importarles edad, raza, credo o convicción política o social y por ello influyen en millones de cerebros que solo tienen un canal de televisión en sus hogares, informando solo lo que a sus amos conviene, ya sea minimizando o eludiendo las acciones acertadas de los supuestos enemigos sociales y maximizando, ampliando y exagerando las posturas erróneas de sus adversarios políticos, aunque les den con la maceta en las supuestas leyes de la comunicación o de la libertad de expresión y difundiendo medias verdades, que son en realidad mentiras. Nunca una media verdad será una verdad verdadera. Es como aquella "señorita" que llegó con el ginecólogo y le dijo: "Doctor, creo que estoy un poquito embarazada"... http://enlace.vazquezchagoya.com/?page_id=3862

No hay comentarios: