
EL Obispo de Orizaba, Marcelino Hernández Rodríguez, ayer tomó posesión de la catedral de San Miguel Arcángel.
El Sol de Orizaba
28 de abril de 2008
Daniel Serrano GuzmánOrizaba, Ver.- Al afirmar que "quien tiene mucho para comer tiene que preocuparse por los que a lo mejor no han comido", el obispo Marcelino Hernández Rodríguez se pronunció por tener buenas relaciones con grupos minoritarios, incluidos los miembros de otras denominaciones religiosas y de la masonería, con quienes tiene amistad.Respecto a la que fue Casa de los Migrantes, tema que le preocupó mucho al anterior obispo, expresó que en una reunión con otros obispos de la provincia, hicieron mención a la preocupación por los migrantes, aunque advirtió que no se atrevía a tomar compromisos "sin ver qué es lo que pasó" en el caso particular de la Casa en la Colonia Modelo y que para ello se va a reunir con los integrantes de diferentes pastorales.Sin embargo, expresó que el tema de los migrantes en general "debe ser preocupación mía y de nuestros equipos, nuestros hermanos migrantes; si Él -refiriéndose a Jesucristo- era peregrino y le dieron hospedaje, tuvo hambre y le dieron de comer, es el Evangelio y tenemos que hacerlo".Al abordar el tema del cambio climático y la disminución en la producción de alimentos, el obispo Marcelino Hernández Rodríguez hizo un llamado a cuidar nuestra casa que es la Tierra y mencionó el caso del desprendimiento de un témpano de hielo en el Polo Sur, lo cual nos debe preocupar. "Sí es muy preocupante y el clima se ha descompuesto y nosotros somos responsables".En cuanto a las relaciones con grupos minoritarios y masones, destacó que a ellos "un abrazo, con los brazos extendidos podemos dialogar; yo he tenido amigos de otras religiones, amigos ateos, amigos masones; tengo experiencias de trato muy respetuoso entre nosotros, muy abierto y alegre". La pregunta no lo incomodó, sino al contrario, dio muestras de pluralidad, tolerancia y aceptación al expresar: "Yo diría que hasta de apoyo para muchas cosas; tenemos que coincidir en bastantes cosas, más que las diferencias que tengamos por maneras de pensar o por la conciencia de tener una misión en la vida, hay que escuchar al otro. Muchas cosas nos va a enseñar el masón, el evangélico, el ateo, el judío y el musulmán. Yo he convivido varias veces con ellos y a algunos los considero muy amigos míos".
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