sábado, 19 de abril de 2008

Aunque llueva pólvora...


Aunque llueva pólvora...


de Rubén Calatayud

para Grandes montañas




Don Félix Salmerón fue un personaje del Córdoba de ayer.

Siendo muy joven, tuvo que pedir autorización a la H. Legislatura del Estado para poder ocupar, por primera vez, la presidencia municipal. Después, su principal ocupación fue la de impresor, habiéndola desempeñado en la Tipografía Calatayud, por largo tiempo.

Cuando don Diódoro Zúñiga fundó la primera radiodifusora de Córdoba, don Félix fue nombrado locutor (hoy diríamos radiospeaker).
Ignacio Cabral González, de grata memoria, también incursionó en la radio y tuvo un relevante papel.

Cuando Don Lázaro Penagos (1938-1939) integró el equipo de beisbol que destacó en la Liga Mexicana hasta alcanzar el campeonato, Don Felix Salmerón se desempeñó como cronista deportivo. Había sido anotador y conocía bien las reglas del beis; aparte, fue de los fundadores de La Pelota, quizás la primera publicación deportiva de la República.

Las razones por las que don Félix era llamado por aquí y por allá eran evidentes: se trataba de un hombre ilustrado que leía y estudiaba mucho, herencia que dejó a sus hijos.

Con frecuencia conversé con don Félix Salmerón, profesor que fue del oficio de Tipografía en la Escuela Secundaria. Allí se imprimía la papelería del colegio (listas de asistencia, boletas), se nos enseñó primero a ordenar los cajetines para colocar cada tipo en su lugar, después a usar el componedor para ir formando los renglones de algún escrito; luego, a empujar la pequeña prensa manual y de ahí saltar a preparar el formato y a imprimir.

Cansado de su trabajo, ya por las tardes don Félix dormitaba en un sillón, lo que aprovechaban algunos compañeros traviesos en poner una rana viva entre las dos planchas de la prensa manual y convertir el animal en el grueso de una hoja de papel.

A don Félix debimos sus discípulos otras enseñanzas, a encuadernar los libros, a rehacer los gastados rodillos de la prensa y, sobre todo, a aprender sus pensamientos sobre la vida política de México, pues el maestro consideraba que "esto no tiene remedio aunque llueva pólvora sobre todo el país y se le prenda fuego".

El tiempo le dio la razón; de entonces -años 30- para acá, la situación mexicana no sólo no ha adelantado sino que ha marchado hacia atrás. En cuanto a corrupción, impunidad y supremacía del interés económico sobre el patriotismo, la nación se está derrumbando. Hoy Transparencia Mexicana ha anunciado la elaboración de un estudio sobre corrupción, con oficinas y todo, o sea que con tan genial innovación las cosas seguirán igual o peor en México.

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