Escrito por Laura Salamanca
Presidente CorreaAnalizando la extraña situación que se produjo el sábado 1 de marzo del presente, por el ataque a las FARC por parte del gobierno colombiano, en que incluso invadieron territorio ecuatoriano, y comparándolo con las guerras históricas que han supuesto la revitalización de la economía norte americana, parece una repetición holiwoodesca de “lo mismo de siempre”.
No se trata de echar la culpa a “los mismos de siempre”, es que se prepara el terreno para unas nuevas elecciones en Estados Unidos. Primera curiosidad. Y hemos de recordar, que a cada presidente le sucede una guerrita. Sólo por recordar a algunos: Reagan contra Libia, uno de los países con mayores reservas petroleras del mundo. Después contra Granada y Nicaragua, bastiones rebeldes izquierdistas. Bush padre contra Irak, otro emporio petrolero. Clinton por el mismo territorio, recordemos que nunca ganaron la guerra. Bush hijo se llevó la palma. Con la excusa del terrorismo y del comprobado auto-atentado a las torres gemelas, se metió en Afganistán, uno de los países más pobres del mundo, pero con el oleoducto más largo. Irak. La invasión del Líbano por parte de sus grandes aliados: el gobierno israelí. Extrañas muertes se han ido sucediendo durante su administración: Benazir Bhutto, Sadam Hussein y sus aliados, y dirigentes de Hammas, a los que tildan de terroristas, mientras se dedican a bombardearlos sistemáticamente. El caso de la invasión de Colombia a Ecuador no puede dejarnos indiferentes. Son hechos curiosos que se parecen excesivamente a oriente medio: el triángulo izquierdista que se está conjurando en zona sudamericana, y el apoyo para que López Obrador no llegara a la presidencia de México, lo que hubiese puesto en una situación contundentemente comprometedora a la economía devoradora y devastadora del mundo, explican que el presidente Uribe se tome ciertas atribuciones prohibidas en cualquier otro caso. Mucho más cuando su territorio queda tan cerca del diabólico Chávez, otro dolor de cabeza para los americanos del norte, que no deben dejar prolongarse como sucedió con Fidel Castro, y con cuya renuncia no pueden cantar victoria, como tantos años llevan tratando de lograr inútilmente, a pesar de toda su CÍA y sus atentados. Es posible que la invasión a Venezuela que tenían programada, no haya dado sus frutos; pero Uribe, como Calderón, podrían funcionar como grandes aliados: las FARC son la excusa perfecta, puesto que se consideran terroristas, al igual que los palestinos, y que sus extremistas Hammas, a lo que los han orillado. Igual que los Talibanes, a quienes Reagan llamó patriotas porque en su día les vendió millones de dólares en armas. Y del mismo modo, Ecuador como Venezuela, tienen riquezas naturales que interesan a los depredadores de la cima consumidora: petróleo, gas y minerales. Es muy posible que Colombia nunca hubiese ingresado en territorio extranjero sin un importante apoyo externo. Y cabe destacar, que Colombia está tan presionada con su problema de producción de drogas, como México, con la venta de PEMEX. Es muy curioso que cuando las FARC dieron muestras de estar en posición de iniciar conversaciones con gestos de buena voluntad devolviendo algunos rehenes sin solicitar negociación alguna, sin exigir al gobierno un intercambio por sus propios guerrilleros presos, por otra parte muy molesto para Uribe y Estados Unidos, puesto que Chávez fue interlocutor indispensable, y a quién debían dar las gracias públicamente, hayan bombardeado territorio ajeno, de noche, sin razón alguna, y sin amenaza alguna. La cinta holiwoodesca se repite. Siguen el mismo plano, sin molestarse si quiera en modificar el guión, solo los actores cambian, cada película han de suplir con nuevos actores a los muertos en sus batallas de nintendo.
Es muy posible que Colombia nunca hubiese ingresado en territorio extranjero sin un importante apoyo externo.
laurafdez27@hotmail.com
Presidente CorreaAnalizando la extraña situación que se produjo el sábado 1 de marzo del presente, por el ataque a las FARC por parte del gobierno colombiano, en que incluso invadieron territorio ecuatoriano, y comparándolo con las guerras históricas que han supuesto la revitalización de la economía norte americana, parece una repetición holiwoodesca de “lo mismo de siempre”.
No se trata de echar la culpa a “los mismos de siempre”, es que se prepara el terreno para unas nuevas elecciones en Estados Unidos. Primera curiosidad. Y hemos de recordar, que a cada presidente le sucede una guerrita. Sólo por recordar a algunos: Reagan contra Libia, uno de los países con mayores reservas petroleras del mundo. Después contra Granada y Nicaragua, bastiones rebeldes izquierdistas. Bush padre contra Irak, otro emporio petrolero. Clinton por el mismo territorio, recordemos que nunca ganaron la guerra. Bush hijo se llevó la palma. Con la excusa del terrorismo y del comprobado auto-atentado a las torres gemelas, se metió en Afganistán, uno de los países más pobres del mundo, pero con el oleoducto más largo. Irak. La invasión del Líbano por parte de sus grandes aliados: el gobierno israelí. Extrañas muertes se han ido sucediendo durante su administración: Benazir Bhutto, Sadam Hussein y sus aliados, y dirigentes de Hammas, a los que tildan de terroristas, mientras se dedican a bombardearlos sistemáticamente. El caso de la invasión de Colombia a Ecuador no puede dejarnos indiferentes. Son hechos curiosos que se parecen excesivamente a oriente medio: el triángulo izquierdista que se está conjurando en zona sudamericana, y el apoyo para que López Obrador no llegara a la presidencia de México, lo que hubiese puesto en una situación contundentemente comprometedora a la economía devoradora y devastadora del mundo, explican que el presidente Uribe se tome ciertas atribuciones prohibidas en cualquier otro caso. Mucho más cuando su territorio queda tan cerca del diabólico Chávez, otro dolor de cabeza para los americanos del norte, que no deben dejar prolongarse como sucedió con Fidel Castro, y con cuya renuncia no pueden cantar victoria, como tantos años llevan tratando de lograr inútilmente, a pesar de toda su CÍA y sus atentados. Es posible que la invasión a Venezuela que tenían programada, no haya dado sus frutos; pero Uribe, como Calderón, podrían funcionar como grandes aliados: las FARC son la excusa perfecta, puesto que se consideran terroristas, al igual que los palestinos, y que sus extremistas Hammas, a lo que los han orillado. Igual que los Talibanes, a quienes Reagan llamó patriotas porque en su día les vendió millones de dólares en armas. Y del mismo modo, Ecuador como Venezuela, tienen riquezas naturales que interesan a los depredadores de la cima consumidora: petróleo, gas y minerales. Es muy posible que Colombia nunca hubiese ingresado en territorio extranjero sin un importante apoyo externo. Y cabe destacar, que Colombia está tan presionada con su problema de producción de drogas, como México, con la venta de PEMEX. Es muy curioso que cuando las FARC dieron muestras de estar en posición de iniciar conversaciones con gestos de buena voluntad devolviendo algunos rehenes sin solicitar negociación alguna, sin exigir al gobierno un intercambio por sus propios guerrilleros presos, por otra parte muy molesto para Uribe y Estados Unidos, puesto que Chávez fue interlocutor indispensable, y a quién debían dar las gracias públicamente, hayan bombardeado territorio ajeno, de noche, sin razón alguna, y sin amenaza alguna. La cinta holiwoodesca se repite. Siguen el mismo plano, sin molestarse si quiera en modificar el guión, solo los actores cambian, cada película han de suplir con nuevos actores a los muertos en sus batallas de nintendo.
Es muy posible que Colombia nunca hubiese ingresado en territorio extranjero sin un importante apoyo externo.
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