Voceros del Infierno
Francisco Javier Chaín Revuelta
Se acusa a la alegoría de ser un “fatigoso pleonasmo” un juego de varias repeticiones que en primer término nos muestra (digamos) a Dante guiado por Virgilio y Beatriz y luego nos explica o nos da a entender, que Dante es el “alma”, Virgilio “la filosofía” o “la razón” o “la luz natural”, y Beatriz, “la teología” o “la gracia”. Según ese argumento Dante primero habría pensado: “La razón y la fe obra la salvación de las almas” o “La filosofía y la teología nos conducen al cielo” y luego, donde pensó “razón o filosofía” puso “Virgilio” y donde pensó “teología o fe” puso “Beatriz”, lo que sería una especie de mascarada.
Los que se oponen a esta consideración de la alegoría alegan que Beatriz no es un emblema de la fe, un trabajoso y arbitrario sinónimo de la palabra fe; la verdad es que en el mundo hay una cosa –un sentimiento peculiar, un proceso íntimo, una serie de estados análogos- que cabe indicar por dos símbolos: uno, asaz pobre, el sonido fe; otro Beatriz, la gloriosa Beatriz que bajó del cielo y dejó sus huellas en el Infierno para salvar a Dante.
Juan Pablo II, llamado también Karol Wojtyla de Cracovia, polaco que fue el penúltimo rey de los romanos católicos, durante audiencias celebradas en el penúltimo año del siglo XX, informó a sus súbditos que “El cielo no es un lugar físico entre las nubes” (confirmando lo dicho años antes por el astronauta ruso Yuri Gagarin) y que el Infierno tampoco es “un lugar” sino “la situación de quien se aparta de Dios”
En las mismas audiencias, el vocero de Dios, informó que el Purgatorio es un estado provisional de “purificación” que nada tiene que ver con ubicaciones terrenales. Y Satanás (Sheetán) “está vencido: Jesús nos ha liberado de su temor”
Pero entérese Usted que hasta en las mejores familias, como entre los mejores ayuntamientos, los voceros se contradicen con frecuencia. Fueron famosas las contradicciones constantes entre los voceros de la presidencia imperial de la maximiliana familia Bribiesca-Sahagún, entre aquel famoso señor de las botas de apellido Fox y el otro nombrado Rubén Aguilar. Ahora mismo (9/Feb/08) los encabezados principales de El Mundo anuncian que el tal Lavín, nuevo alcalde de Córdoba, se contradice con Jesús (Castillo) su vocero, en cuanto intentan simular que las sesiones de cabildo son públicas cuando todos saben, hasta los periodistas, que son cerradas, privadas, secretas y rezadas, como si el Jiuston del Sureste estuviera existiendo en la época de las catacumbas, del mismo oscuro y tenebroso centro de la edad media.
Ahora resulta que el alemán Jospeh Ratzinger de Baviera, quién de las Juventudes Hitlerianas pasó a rey de los romanos católicos con el nombre de Benedicto XVI, ahora como nuevo vocero de Dios para el planeta Tierra, contradice a Wojtyla, el vocero anterior. Alega Jospeh, al inicio de esta cuaresma, que el Infierno existe y que no está vacío. Destaca que existe la posibilidad real de ir al infierno: “El infierno, del que se habla poco en este tiempo, existe y es eterno” Observe el lector que “eterno” ya es concepto amplísimo, infinito tiempo. El próximo vocero de Dios en este planeta, si quiere contradecir al alemán, sabrá que desmentir la eternidad no es tarea fácil.
Esta nota siempre ha creído que Dante no tuvo calentura, no alegorizó. La Divina Comedia es cierta, el infierno existe. Hay muchas pruebas de ello ¿Se ha fijado que todo el Estado late de rojo? ¡No es posible que no haya infierno! Dios es piadoso. No permite que las almas vaguen sin rumbo ni hospedaje, precisamente previó el Infierno para achicharrar infames de la calaña de Bush, de Maciel, de patiños, de lacayos y de tantos y tantos prianistas legionarios de luzbel que Usted conoce.
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