Comienza América Latina a darla espalda al orden neoliberal privatizador
Establecimiento de políticas cambiarias activas, controles a los flujos financieros externos, estrategias fiscales, políticas industriales de fomento y de protección, entre las respuestas
Edith Escalón
Con políticas emancipadoras que acentúan el control nacional sobre los recursos energéticos, impulsan la industria interna, regulan la inversión del extranjero y fortalecen las instituciones de seguridad social y la participación ciudadana, América Latina ha empezado a dar la espalda al orden neoliberal privatizador.
“Las respuestas pueden ser tardías, pero necesarias frente a las promesas fallidas del neoliberalismo y sus consecuencias”, aseguró David Ibarra Muñoz, ex secretario de Hacienda en México en el sexenio de José López Portillo, al participar en el seminario Nuevas políticas económicas de América Latina, organizado por la Universidad Veracruzana (UV).
Entre ellas mencionó el establecimiento de políticas cambiarias activas, controles a los flujos financieros externos, estrategias fiscales, políticas industriales de fomento y de protección. “Países como Brasil, Ecuador, Uruguay y Argentina comienzan a corregir rasgos del orden neoliberal en el intento de recobrar la autonomía que les permita atender las presiones ciudadanas en ascenso”.
Recordó que entre 1975 y 2003, periodo típico del predominio neoliberal, la tasa de crecimiento mundial, aparte de polarizarse entre zonas prósperas y regiones rezagadas, cayó en promedio a más de la mitad en relación con el periodo 1950-1975: “Con el neoliberalismo el desarrollo no sólo se estrechó, sino que se hizo más volátil, más propenso a contagios, más proclive a alargar los años depresivos y acortar los de bonanza”.
Ibarra Muñoz aseguró que en los países latinoamericanos es necesario devolver cuanto antes el papel rector a la política: “La intervención estatal puede errar, pero no siempre se equivoca cuando refleja genuinamente la voluntad colectiva; además, el mercado nunca funciona con sabiduría”.
Dijo que las políticas que sobre en América Latina dan marcha atrás a los dogmas neoliberales han seguido la tendencia de los países en desarrollo que han logrado ser exitosos en la globalización –China e India, por ejemplo–, aquellos que anteponen o equilibran mejor los intereses nacionales frente a los del orden económico internacional.
“Se trata de esfuerzos esperanzadores por alterar la dirección de las acciones gubernamentales e incluso de contribuir a corregir tendencias y desequilibrios de alcance universal”, comentó el ponente, autor de Ensayos sobre economía mexicana, uncompendio de trabajos de análisis sobre las reformas estructurales realizadas en México en las dos últimas décadas.
Aseguró que hasta hace muy poco, la integración de redes transnacionales de producción e intercambio, la formación de mercados de dimensión mundial y la multiplicación de los bienes de consumo, fueron los objetivos principales y casi únicos de la inversión y de una investigación tecnológica crecientemente privatizada.
“Las respuestas pueden ser tardías, pero necesarias frente a las promesas fallidas del neoliberalismo y sus consecuencias”, aseguró David Ibarra Muñoz, ex secretario de Hacienda en México en el sexenio de José López Portillo, al participar en el seminario Nuevas políticas económicas de América Latina, organizado por la Universidad Veracruzana (UV).
Entre ellas mencionó el establecimiento de políticas cambiarias activas, controles a los flujos financieros externos, estrategias fiscales, políticas industriales de fomento y de protección. “Países como Brasil, Ecuador, Uruguay y Argentina comienzan a corregir rasgos del orden neoliberal en el intento de recobrar la autonomía que les permita atender las presiones ciudadanas en ascenso”.
Recordó que entre 1975 y 2003, periodo típico del predominio neoliberal, la tasa de crecimiento mundial, aparte de polarizarse entre zonas prósperas y regiones rezagadas, cayó en promedio a más de la mitad en relación con el periodo 1950-1975: “Con el neoliberalismo el desarrollo no sólo se estrechó, sino que se hizo más volátil, más propenso a contagios, más proclive a alargar los años depresivos y acortar los de bonanza”.
Ibarra Muñoz aseguró que en los países latinoamericanos es necesario devolver cuanto antes el papel rector a la política: “La intervención estatal puede errar, pero no siempre se equivoca cuando refleja genuinamente la voluntad colectiva; además, el mercado nunca funciona con sabiduría”.
Dijo que las políticas que sobre en América Latina dan marcha atrás a los dogmas neoliberales han seguido la tendencia de los países en desarrollo que han logrado ser exitosos en la globalización –China e India, por ejemplo–, aquellos que anteponen o equilibran mejor los intereses nacionales frente a los del orden económico internacional.
“Se trata de esfuerzos esperanzadores por alterar la dirección de las acciones gubernamentales e incluso de contribuir a corregir tendencias y desequilibrios de alcance universal”, comentó el ponente, autor de Ensayos sobre economía mexicana, uncompendio de trabajos de análisis sobre las reformas estructurales realizadas en México en las dos últimas décadas.
Aseguró que hasta hace muy poco, la integración de redes transnacionales de producción e intercambio, la formación de mercados de dimensión mundial y la multiplicación de los bienes de consumo, fueron los objetivos principales y casi únicos de la inversión y de una investigación tecnológica crecientemente privatizada.
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