REFLEXIÓN MATUTINA28/marzo/2008
Por: Edwin Corona y Cepeda
AGUSTÍN BUENO TORIO
El Senador veracruzano Juan Bueno Torio, tratando, tal vez de distraer la atención pública que lo señala como el cómplice número 1 de los convenios de concesión y transporte de la empresa Ivan-Car, propiedad del gachupín Secretario de Gobernación Juan Camilo Mouriño, tuvo la genial ocurrencia de presentar el pasado 11 de marzo una minuta impulsada por la fracción parlamentaria del PAN en la Cámara de Senadores en el sentido de declarar el próximo 24 de agosto como “Fecha Histórica”, aduciendo que en esa data, pero del año de 1821, se firmaron los Tratados de Córdoba, “mediante los que, pacíficamente se dio la Independencia de México”
HOMENAJE A LA NACHA.
De inmediato los Senadores Pablo Gómez y Ricardo Monreal desmintieron tan falaz argumento, advirtiendo que desde 1823 México es un país republicano y que en los Tratados de Córdoba no se firmó, como lo aseguró el senador panista, ningún Acta de Independencia, sino la Constitución del Primer Imperio Mexicano, sin que Don Juan O´Donojú, nacido en Sevilla, pero de ascendencia irlandesa, en aquel entonces Gran Maestro de la Gran Logia de España, tuviese las facultades para firmar dichos tratados, que de inmediato fueron desconocidos por el felón Fernando VII, Rey de España. Con base en este desconocimiento, es que, Iturbide se proclama Emperador de México con el nombre de Agustín I. Su efímero Imperio solo duró 10 meses.
Harto prolijo sería el relatar las circunstancias que llevaron al poder al corrupto y traicionero Coronel de las tropas realistas Agustín de Iturbide, sin dejar de mencionar su relación amorosa con Doña Ignacia Rodríguez de Velasco y Osorio, conocida popularmente como la “Güera” Rodríguez, de quién obtuvo no solo sus favores físicos, sino su marcada influencia política y la receta para la elaboración de los “chiles en nogada”, cuyo simbolismo patrio es innegable.
Para darnos una idea de la estrecha relación de ambos personajes, mencionaré que tras los Tratados de Córdoba y los Convenios de La Hacienda de la Patera (actual Colonia Industrial Vallejo en el D.F.) se llevó a cabo el 27 de septiembre de 1821 el desfile militar con el que el Ejercito Trigarante (el de las Tres Garantías) hizo en México su vistosa entrada,
La carrera que iba a seguir el Ejercito Libertador – comenta Don Artemio del Valle Arizpe- se acordó fuese desde la Tlaxpana (san Cosme), Puente de Alvarado, Costado de la Alameda, Calle de la Mariscala (Avenida Juárez), San Andrés (Antes Niño Perdido, actual Eje Central frente a Bellas Artes) y Tacuba para terminar en el Palacio Virreinal (Palacio Nacional) donde le esperaría Juan O´Donojú para recibirle como triunfador.
Llegado el momento Iturbide mandó desviar la columna militar con el fin de que “La Gúera”, sin salir de su casa presenciara el desfile y le viese al frente de sus tropas. Y cuenta Don Manuel Romero de Terreros y Vinent, Marques de san Francisco, que cuando el Ejercito Trigarante llegó a la calle de san Andrés, en lugar de seguir por Tacuba como estaba planeado, continuó por la calle de La Profesa (Madero) con el objeto de que ella pudiera admirarlo y menciona que Iturbide detuvo la marcha ante su balcón y desprendiendo de su sombrero una de las plumas tricolores que en él llevaba, la envío con uno de sus ayudantes, a la hermosa Güera.
Y don Jesús Galindo y Villa menciona que el famoso sombrero de empanada, sin la pluma formó parte de la colección de objetos históricos del General Vicente Riva Palacio, nieto de Don Vicente Guerrero
Si Agustín, perdón, Juan Bueno Torio hubiese proclamado que en lugar de celebrar la Constitución del Imperio Mexicano y al Emperador Agustín I, se le efectuase un homenaje a Doña Nacha,- no es albur, es apelativo cariñoso – estoy seguro que la moción la hubiesen aplaudido y aprobado
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