jueves, 24 de abril de 2008

UNA CONSTITUCIÓN PARA LEGISLADORES MEXICANOS



UNA CONSTITUCIÓN PARA LEGISLADORES MEXICANOS

Laura Salamanca


En lo que los sres. servidores públicos aprenden a ser éticos, aquí les va una ayudadita:


1.- Prohibición expresa de asignación de cargo público a cualquiera, por amigo o familiar que sea de quién lo recomiende. La selección conllevará pruebas y exámenes que demuestren la capacidad del aspirante, su educación, probidad, sinceridad, honestidad, responsabilidad, justicia, constancia y trabajo. Deberá contar con carrera afín al puesto deseado, maestría y doctorado. Los exámenes valorarán la cultura general: historia, geografía, economía, resolución de conflictos, derecho y justicia entre otros. La parte psicológica y psicométrica establecerá que estén libres de trastornos mentales tales como la mitomanía, complejo de Cicerón (orador crecido), avaricia extrema, deshonestidad, vagancia recurrente, irresponsabilidad, ineptitud, etc. Todo ello, valorado por un tribunal compuesto por jueces, psicólogos de reconocido prestigio, y un órgano de vigilancia y revisión exhaustiva de la ONU (Por si acaso…).


2.- Cartas de recomendación -Prohibidos los títulos rimbombantes de relleno delante del nombre- de 1000 ciudadanos que hayan sido beneficiados del trabajo del aspirante, cuando realizaba su servicio social, que consistirá en pasar seis meses en alguna comunidad indígena marginada, a no menos de dos días caminando, con la cantina clausurada, sin restaurante, ni hospital, ni colchonería cerca. (Pa' que se les quite lo señorito). Si la comunidad logra despuntar para salir de la marginación, el aspirante queda automáticamente admitido. Caso contrario, le serán otorgados seis meses más.


3.- Una vez admitido, el legislador no podrá salir de su recinto de trabajo bajo ningún concepto, hasta que su labor haya concluido, salvo en caso de fuerza mayor, que nunca podrá ser: embriagarse en los tugurios de lujo donde se gastan los cuartos del pueblo.


4.- El sueldo del legislador no podrá ser superior al de un ciudadano que se rompe el lomo diariamente. Ya sea en la oficina, recogiendo basura, o atendiendo a enfermos mentales como los trogloditas que hasta ahora ocupaban el congreso de la nación. El del sr. Presidente, o presidenta -legal a partir de ahora, pa' que se les quite lo machista- y teniendo en cuenta que el pueblo lo viste, calza, le da techo, sustento, viajes por el extranjero, y un cocinero en los Pinos, no podrá ser superior al de un campesino, ni trabajar menos horas que éste último. (Pa' que sepa lo que es, a ver si aguanta). Eso sí, caso de que su gestión sea satisfactoria, podrá gozar de una pensión por año trabajado.


5.- Un comité ciudadano, evaluará periódicamente la gestión de cada servidor público. Aquellos que incurran en: necedad manifiesta; corrupción; recepción ilegal de regalos de cualquier tipo, procedencia y tamaño; ineptitud complaciente; mitomanía; maquillaje de incompetencias; compra de medios y personas, etc, será expulsado ipso facto.


6.- Prohibido terminantemente que servidor público alguno, acerque ni una parte de su cuerpo, mente, tarjeta o administrador propio, a la lana pública, que estará bajo custodia y guarda de una entidad financiera, a su vez bajo supervisión de un comité ciudadano compuesto por contadores y economistas de probada honestidad, en cada Estado, quién rotará y canalizará los activos a las dependencias oportunas, sin tocar ni un quinto hasta su destino finalizado, aprobado y revisado.


7.- La nueva constitución se dictará de forma clara –no ambigua como la actual- concreta, concisa, suficiente y breve, con un lenguaje en el que no quepa subterfugio legal alguno, donde políticos que se salgan del redil, pudieran dar "esquinazo" jurídico y legal a la sociedad en beneficio propio. Y en lo que se demuestra su ética, será supervisado por comités de abogados, legisladores, juristas, y lingüistas de todo el país. Después, no hará falta ninguno de estos rubros.


laurafdez27@hotmail.com

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