GOLPETEO MEDIÁTICO
Laura Salamanca
La voraz marginación con que los sucesivos gobiernos han arrinconado al pueblo mexicano, no tiene decencia ni moral. Por doquier se escucha, se lee, se ve, el golpeteo mediático, consignado en acabar con un sendero social que sólo busca velar por el interés de la mayoría, y que quieren aniquilar sin que la razón asista al diálogo.
El "secuestro", tal y como llaman a la toma de la tribuna del congreso, no es más que una respuesta al hartazgo del saqueo y la violencia legal con que durante casi un siglo, los sucesivos gobiernos han estado quebrando la voluntad de este país.
Los detentores del poder, de todos los poderes, conspiran en cada rincón, compinchados entre ellos, esperando lanzarse como cocodrilos sobre la presa que supone un moribundo PEMEX, que agoniza por el abandono complaciente que desde hace años vienen planeando con su oratoria confiscadora de razones, los piratas del congreso mexicano, con la sola idea de redoblar ganancias para venderlo al mejor postor (dígase Shell, Repsol, los noruegos, los australianos o los conchinchinos). Mientras al pueblo de México, el verdadero dueño de la riqueza natural de este país, le prometen "acciones" que serán inactivas, o como mucho, caerán en manos de los de siempre.
La supuesta e inexistente violencia con que los medios quieren acusar de algo, al único grupo político que se ha opuesto con todo conocimiento de causa y razón, a la venta ya arreglada de PEMEX, es simplemente, la inexcusable excusa con que buscan garantizar una cierta legalidad a la violación de la constitución. Es la consigna del sr. que se sienta en el sillón presidencial, con la que pretende pagar a los inversionistas extranjeros, como sucedió en su día con Bush, por el cargo que le compraron. De esta forma, otro pelele en manos de las compañías explotadoras de los recursos naturales, es puesto a dar la cara, mientras las compañías sangran los fondos mexicanos.
Es mentira que la toma del congreso sea un secuestro. El secuestro sucedió en 2006, con un robo de elección, un cargo arrebatado y entregado a un sr. Calderón comprometido con las compañías petroleras. Es mentira que el petróleo vaya a seguir siendo de los mexicanos. Nunca lo fue, y con toda probabilidad, nunca lo será. Es mentira que exista violencia o disparidad, es la imagen golpeadora de los medios contra un PRD que debe aprender que sus enemigos aprovechan sus errores para desprestigiarlos, ya sea en las elecciones internas, metiendo la cuchara para dividirlos más, o con las declaraciones de sus líderes, que luchan por los derechos de un pueblo que nunca ha podido ejercer, y que se ve constantemente denigrado, robado, saqueado, conspirado, arruinado, pirateado, violentado. Es con la falsa excusa de que no quieren diálogo, o que no presentan las propuestas que están hartos de gritarles, pero que no salen en los medios ni son escuchadas, porque PAN y PRI ya se han repartido el botín.
La toma del congreso es una respuesta a todos los abusos del pasado, a los abusos del presente, y es un grito de conciencia para que la población levante su voz en pos de sus derechos. Es un recurso al que han obligado los políticos y presidentes piratas, que para colmo lanzan publicidad en contra del pirataje, ¡Qué ironía! Es un derecho y un deber del que busca legalidad y hacen patria. El resto, es decir, aquellos que buscan limpiar su imagen en radio, televisión, y periódicos, en cuantos medios se dejen, acusando de conspiradores violentos, ilegales y secuestradores, son sólo mercaderes de patria que viven del abuso cotidiano de quienes se labran su vida a base de trabajo febril, en el que no se incluye la oratoria envuelta en falsedades y engaños.
Si hay quién todavía se crea que la lucha del PRD por los derechos de la población, es un secuestro a los poderes públicos, ha caído en la trampa mediática y política de los que siguen creyendo que con palabrería se puede seguir sangrando a un pueblo.
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